Sonó la alarma de su reloj, eran las 6:00 a.m. Se quitó las pesadas cobijas grises de encima y pisó la duela fresca y fría. Era una mañana común y corriente.
Salió de su cuarto hacia el pasillo que llevaba a las escaleras y al mismo tiempo daba al gran ventanal, del cual se sentía muy orgullosa.
Era un ventanal, la verdad no tan grande, pero se apreciaba la ciudad entera si veías a través de él. Aparte pertenecía a la primera casa que había diseñado, la suya. La culminación de sus estudios y esfuerzos.
Bajó las escaleras un poco a oscuras en la parte baja. Justo al llegar al primer piso a la izquierda estaba el baño, se metió a la regadera y tardó los habituales 25 minutos en bañarse.
Violeta, así se llamaba ella, la esbelta mujer de 25 años con un gran ingenio, una enorme creatividad y un indiscutible conocimiento del mundo, salió de ducharse envuelta en un toalla azul con una a juego en la cabeza. Subió las escaleras y miró el cielo, todo seguía igual, le extrañó pero no lo suficiente.
Se dirigió hacia su closet y empezó a buscar el conjunto ideal para ese día. Tardó como 40 minutos y al final escogió un vestido conservador, pero lo suficientemente a la moda y acorde al estado del tiempo.
Volvió al pasillo para bajar a desayunar y el cielo seguía igual, el sol no había salido ni un milímetro, esta vez si le pareció muy raro, tuvo miedo un momento pero luego fue a prepararse su desayuno.
Típico desayuno continental: un huevo estrellado, dos panes tostados y jugo de naranja.
Se sentó a comer y encendió el televisor, – Canal de las noticias- pensó, pero al darle hacia abajo a los canales se dio cuenta de que todos los canales emitían la misma imagen, la misma noticia: “….de todas partes del mundo están llegando. Avisos de todos lados vuelan en las oficinas de policías y gobiernos, alegando que ya ha pasado una hora y el Sol no se mueve en ninguna parte del planeta….Nos acaba de llegar nueva información de que en el observatorio de San Clemente en Los Angeles, California ya ha confirmado lo temido por muchos: el planeta ha dejado de girar…”
El pan cayó de la mano de Violeta…
