Tenía 6 años, creo. Fue el primer día de 1ro de primaria. Me acuerdo que entré al salón, con mi mochilita y mi lonchera y volteé a ver a los compañeritos y ¡BUM! La cara más preciosa que jamás habían visto mis ojitos hasta entonces. Ese lunar monroe. Eso fue lo que me mató.
Fue el destino que ese primer día nos dieran unos gafetes para escribir nuestros nombres y que la maestra decidiera hacer una actividad para que nos conocieramos mejor. Escribias tu nombre y le regresabas el gafete a la maestra Luly y ella los mezclaba en una caja y luego te presentabas y después de que todos hicieramos eso, te daba ella un gafete random y tenías que ir a darselo al niño con ese nombre. Les digo que destino fue que me tocara el gafete con el nombre de Mauricio.
A propósito le di el papel al niño equivocado, nada más para que la maestra me llevara hasta donde estaba Mauricio y me presentara.
-No, Ana. Él es Mauricio. Mauricio, ella es Ana.
Desde entonces que me gustó el cabrón. Ya no me acuerdo como es que evolucionó la relación, no recuerdo si siempre fui yo la de la iniciativa, pero como olvidar aquella tarde cuando di mi primer besito. Fue un beso en el cachete y estabamos jugando Play Station 1. Me levanté de una de las camas gemelas de mi cuarto y fui hasta donde estaba él, me detuve y le di un besito. Tan rápido que pudo haber sido como un saludo. Rojos nos pusimos los dos. Lo mejor de todo fue el "No le digas a nadie". Él no le dijo a nadie, pero yo creo que le dije a Tania, no sé.
También me acuerdo de ese recreo lluvioso donde yo lo cubrí con mi sombrilla porque el no traía y fue así como todos empezaron a cagarnos el palo más. Yo me quejaba con mi mamá de que nos hacían bulla y mi mamá siempre me decía "Pues diles que si son novios y verás que ya no te van a decir nada". No funcionó. En un recreo que estaba yo por los columpios, sentada en una fosita, llegaron 5 niños empujando y jalando a Mauricio y lo aventaron contra mi mientras gritaban "Beso, beso". Me cayó encima y me lo quite. Él se fue corriendo.
Ah, no mames, ¡su traserito! Fue su cumpleaños y me invito a su fiesta en su casa. Vivía punta verga, allá por donde antes era la ExpoGan y pasó que me estaba orinando y cuando me acerque al baño oí que alguien estaba adentro entonces sólo esperé afuera pero la puerta estaba entrecerrada y le vi el traserito. No se si estoy loca o también tenia un lunar en las pompis hahaha.
Luego en 4to año, nos tocó en diferente salón. Ya ven como eran las competencias del A contra el B hahaha. Ya para esos entonces, yo era más alta que él. Mau siempre fue chaparrito. Su mama era una enana. Resulta pues que el destino también quiso que en 4to B estuviera la niña más chaparrita de los dos salones. Ya ni me acuerdo de su nombre, pero sordero se parecía a la Güereja hahah. Tenía el cabello así como que medio rubio y ondulado y era muy carismatica, creo. El maldito caso fue que me lo bajó. Ni siquiera así en el estricto sentido de la palabra, sino más bien que Mauricio me dejó. Y tampoco en el estricto sentido, porque no eramos nada, pero me cambió por la chaparra cabrona. Todos sabían que le gustaba y me pudo un chingo. Desde entonces creo que todo cambió y ya nunca le volví a hablar igual.
Todavía pasó que entramos a la misma secundaria y yo ni cuenta, pero creo que estaba en la tarde y yo en la mañana. No sé, sólo sé que lo vi como 2 veces y seguía más pequeño que yo. Ya no supe si se cambió de secundaria o que pasó, pero jamás lo volví a ver. Y todavía es hora de que no lo puedo encontrar en Facebook. Neta, puede que este muerto y yo no sepa.
No sé si se habrá vuelto moxo, o chero, o raro o que putas verga se hizo de él. Se pudo haber matado en un accidente o estar estudiando en otro país, yo que sé.
Quiero encontrarte, Mauricio.
