Sentada en mi lugar favorito, perdido en la cuidad. Ahí donde se ve el nacer del amanecer, donde las nubes inician y desde donde se ven todas las hermosas y llamativas luces de la cuidad; donde se reta la vista de los edificios más altos y donde se respira alivio y soledad. Desde ahí pienso, desde ahí me asombro por la cantidad de cosas que pasan, pero que no me pasan a mí.
Y me imagino caminando sola y segura en una pequeña calle adoquinada, con casas de diversos colores a los lados; me veo anhelando respirar el frio aire de nuevo.
Y me torno invisible para los demás, pero ¡Oh! Grandes frutos de esto saldrán, grandes y escondidas historias veré, grandes y emocionantes aventuras viviré contando, disfrutando y queriendo la vida de otros: esa vida llena de deseos banales y cosas materiales, estaré acariciando las ganas de tener esa vida llena de amores y engaños, o simplemente queriendo una vida donde tú y yo hacia el infinito horizonte partamos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario